domingo, 26 de agosto de 2007

Editorial, En Clave Revolucionaria (LRS)

Marcha del 26/2: ¿para la institucionalización de la lucha contra el TLC? Entre el Referéndum y la movilización de masas para la lucha
Después de la gran marcha del pasado lunes 26 de febrero, ha sido totalmente clara la sensación de desmovilización e incluso desorganización entre las fuerzas sociales que componen el movimiento contra el TLC. Y no era para menos. Ottón Solís, los intelectuales del “Frente Nacional de Apoyo a la Lucha contra el TLC” (FNA) y los burócratas sindicales; sólo la han utilizado para colocarse en mejores condiciones de ejercer presión sobre el gobierno, sin mayores perspectivas en profundizar y continuar la lucha contra el TLC; delegando en manos del gobierno la potestad de implementar una salida institucionalizada, civilista y democrática.

El mismo 26 de febrero, Ottón Solís dijo en entrevista con el Canal 15 universitario, así como en los días siguientes al Semanario Universidad; que con la marcha del día 26/2 “la pelota quedaba del lado del gobierno”, mostrando con esto un desprecio y una desconfianza evidente para las fuerzas de los trabajadores y los sectores empobrecidos que por decenas de miles, se hicieron presentes en la jornada de lucha del 26/2 contra el TLC. Ottón demostró también una preocupación obvia, ya que teme que las movilizaciones se profundicen y adquieran mucha fuerza, lo que puede ser perjudicial para el equilibrio del régimen burgués costarricense y la institucionalidad que él protege.

Ottón Solís, junto con una camada importante de intelectuales oportunistas, como Eugenio Trejos y Henry Mora; se han colocado de manera oportunista y reaccionaria como los dirigentes de hecho en la lucha contra el TLC. Desde su popularmente conocido FNA, han recibido la benévola confianza de ciertos “dirigentes” que no han dudado en proyectarse a sí mismos como peones, como trabajadores políticos de base; mientras le dejan el espacio libre para la dirección efectiva y de representación política a los grandes personajes. Cuando hablamos de aquellos tales dirigentes políticos de base y peones, nos referimos a ciertos sindicalistas de APSE, los dirigentes de ANEP, el FIT y otras organizaciones; y cuando hablamos de los grandes personajes estamos refiriéndonos a los intelectuales del CONARE, a los personajes del PAC y a ex Diputados, ex Presidentes y demás.

La marcha evidentemente fue ultraburocratizada y controlada por los intelectuales, el FNA, el gobierno y toda una serie de agentes y parásitos oportunistas dentro del movimiento de lucha. El objetivo desde el comienzo ha sido clarísimo como el cristal: lograr utilizar la fuerza de la marcha para llegar a un tramposo “Diálogo Nacional” para definir ahí la suerte del TLC, principalmente vía la táctica del referéndum vinculante; la cual forma parte de la estrategia de “presionar” para lograr la renegociación del TLC con los Estados Unidos.

El “Diálogo Nacional”, y la estrategia de la renegociación sigue su camino; ahora con el Referéndum.

Los peligros para el movimiento de masas y los trabajadores frente a la autorización para realizar el Referéndum.

Antes que el tenebroso y corrupto “Diálogo Nacional”, el movimiento de lucha contra el TLC debe comenzar a preocuparse por la autorización dada por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para realizar un referéndum vinculante sobre el TLC.

A pedido del ex militante, ex Diputado, y ex candidato presidencial de Liberación Nacional, José Miguel Corrales; el TSE decidió aprobar la posibilidad de convocar un referéndum “para que el pueblo decida la suerte del TLC”. Para lograr la convocatoria del referéndum deben juntarse un poco más de 150 mil firmas, lo que equivale al 5% del padrón electoral costarricense, o bien puede convocarlo el propio Presidente. En el marco de las normas electorales, si se necesitaran 38 votos (lo que es un sueño de demócratas cobardes) en la Asamblea Legislativa para aprobar el TLC; en el referéndum debe participar al menos el 50% del padrón electoral, y si se necesitaran 29 votos (lo que es absolutamente obvio por que la decisión la tiene Francisco Antonio Pacheco y el PLN como cúpulas legislativas) debe participar alrededor del 30% del padrón. Debe recordarse que para recolectar las 150 mil firmas se necesita de nueve meses de tiempo.

Dos posibles dinámicas que puede adquirir el movimiento contra el TLC frente al referéndum.

Frente a la posibilidad del referéndum, hay dos posibles dinámicas para el porvenir cercano del movimiento. La primera consiste en que los proponentes del referéndum, impriman la desmovilización en los distintos sectores de lucha. La campaña de firmas absorberá todas sus fuerzas, y podrían introducir en la misma dinámica a decenas de miles de personas; que ya no esperarían la próxima marcha, o la próxima jornada de lucha, sino el resultado de la recolección de firmas; lo que como se dijo puede tardar hasta nueve meses. Esto evidentemente, hará sembrar ilusiones en un referéndum controlado y dirigido por una institución corrupta; que fue central en el colocamiento de Óscar Arias como Presidente de Costa Rica. Esas ilusiones se desarrollarán, evidentemente; en detrimento de la confianza de las masas en sus propias fuerzas.

La salida del referéndum enfriaría el ánimo y disposición a la lucha, necesario para que el orden institucional burgués de Costa Rica se vea alterado o amenazado.

La segunda dinámica consiste en que las movilizaciones se incrementen a un nivel extraordinario, como igualmente extraordinario sería el control burocrático y represivo por parte de las direcciones conciliadoras hacia los grupos violentos o de “cabezas calientes encapuchados” que forman parte del ala un poco más a la izquierda en el movimiento contra el TLC. Si esta segunda dinámica se abre, el control sería feroz sobre los “violentos” que se opongan al supuestamente racional llamado al referéndum para conservar “la paz social”. Convirtiéndose las marchas una vez más, en una raquítica forma de criticar al gobierno y buscar mesas de negociación.

¿Cuál es la Clave Revolucionaria para el nuevo escenario político que abre la posibilidad del Referéndum vinculante?

Desde ya, debe decirse que el Referéndum es una táctica políticamente criminal; para desintegrar el formidable ánimo y disposición a la lucha proveniente de las masas trabajadoras y empobrecidas de Costa Rica. El referéndum traidor, persigue propinarle una derrota a la “democrática” a las organizaciones populares y de trabajadores en la lucha contra el TLC. No es casualidad que el mismo Francisco Antonio Pacheco dijera el mismo jueves 12 de abril que “soy respetuosísimo de las decisiones del Tribunal. Las decisiones del TSE deben respetarse tanto dentro como fuera del período electoral. Ahora tenemos dos vías para aprobar el TLC”[1]; la parlamentaria y la electoral. Incluso de manera impaciente sectores de la burguesía han pedido Referéndum, lo han exigido y han demandado que sea el propio Presidente Arias y el Poder Ejecutivo el que lo convoque. Hasta Otto Guevara, el Presidente del Partido Movimiento Libertario (PML), conocido por los trabajadores y la burguesía como un partido de ultraderecha dijo: “le estamos exigiendo vehemente al Poder Ejecutivo que convoque al Referéndum sobre el TLC, no esperemos a la recolección de las 130 mil firmas o a los nueve meses que se va a tardar en esa recolección; y más bien convoque el Poder Ejecutivo de inmediato el referéndum sobre el TLC según las atribuciones que establece la misma Ley que detalla los procedimientos para la convocatoria.”[2] Guevara demuestra la disposición de la burguesía, la cual quiere propinar una derrota de la manera más rápida posible; esto por que ni su situación política de fragmentación y fricciones, ni el propio margen de tiempo institucional para aprobar el TLC y la Agenda Complementaria, le permiten perder demasiado tiempo. Frente a la estrategia “parlamentarista” de sembrar ilusiones en derrotar el TLC en la Asamblea Legislativa, a costa de posponer y renunciar a la movilización sostenida y combativa; la burguesía ha respondido de una manera muy audaz dando luz verde para la realización de la “consulta popular”.

Dejando para otros artículos una discusión más profunda sobre el referéndum y el “Diálogo Nacional”, como tácticas dirigidas hacia la renegociación del tratado; hay que decir antes de que nos agarre muy tarde que sólo imbéciles rematados, representantes directos de la burguesía como Óscar Arias, o traidores de envergadura internacional como José Merino del Río, pueden decir que con el referéndum “se abre una puerta al movimiento popular que está en contra del TLC, que siempre ha dicho que no le tiene miedo al referéndum; [siempre que] se respeten unas reglas del juego en donde haya verdadera igualdad, donde no haya maniobras, donde el gobierno tiene que interrumpir el trámite del TLC y la Agenda de Implementación.”[3] Sobre cómo Merino tendrá garantías democráticas de que todo será con verdadera igualdad tanto para trabajadores como para empresarios, sobre cómo logrará evitar las maniobras cuando el TSE es controlado por el PLN; sobre cómo logrará detener el trámite del TLC y la Agenda Complementaria...; sobre todas estas cosas no nos dice una sola palabra. Sólo queda pensar que nuevamente todo queda encomendado a cualquier tipo de milagro venido desde arriba, a la fe en que se logrará vencer a los empresarios y al PLN; el cual hay que repetir: controla el Tribunal Supremo de Elecciones.

Para todas aquellas tendencias políticas honestas, luchadoras, que están por derrotar al TLC y al gobierno; y por enfrentarlos de manera leal y combativa, la consigna debe ser desde ahora: ¡NI UNA FIRMA PARA LA REALIZACIÓN DEL REFERÉNDUM TRAIDOR Y POLÍTICAMENTE CRIMINAL! Este llamado a no dar firmas para la convocatoria al referéndum, debe desplegarse en las empresas, en las fábricas, en los principales planteles de obreros que han estado a la vanguardia en la lucha contra el TLC; en las universidades, en los colegios, en los barrios, en las empresas privadas, y en general en todo lugar donde hayan concentraciones de trabajadores y oprimidos del pueblo. La campaña debe perfilar la “Huelga General Indefinida” como método de combate, tanto para derrotar al TLC; como para incorporar el conjunto de demandas de los trabajadores y sectores empobrecidos, tales como la lucha contra la Agenda Complementaria, la lucha contra la destrucción de instituciones como el ICE, AyA, CCSS, el INS o las propias universidades públicas. Para encaminarnos con alternativas realistas y de lucha hacia la derrota de la burguesía y su gobierno.

La campaña debe estar exenta de sectarismos, de utopismos reaccionarios como el de la “autonomía estudiantil”, la “autonomía sindical”, etc. Solo juntos los sectores más consecuentes, yendo a las masas trabajadoras y a las bases de las más grandes organizaciones sindicales y sociales, podremos vencer a quienes han tratado de uniformar al movimiento aparentemente con una posición conciliadora.

Desde estos momentos entramos en una nueva fase en la lucha contra el TLC, que estará definida por las ilusiones en el referéndum y la desmovilización por un lado; y la estrategia de combate y movilización permanente por el otro. Desde la LRS la apostamos a la estrategia de combate.

Contra la salida institucional propuesta por las dirigencias traidoras en acuerdo con el gobierno:

¡No demos ni una firma para la convocatoria al Referéndum!
¡Por una gran campaña contra el referéndum y por la lucha callejera contra el TLC!
¡Huelga General Indefinida y lucha combativa contra el TLC y la A.C!


[1] Sistema de Radio y Televisión Nacional. SINART. Canal 13. Edición nocturna. 12/4/2007
[2] Ídem.
[3] Ídem. José Merino del Río.

Editorial, En Clave Revolucionaria (LRS) N°1, abril de 2007.

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