domingo, 26 de agosto de 2007

El Referéndum: una “soga al cuello” para el movimiento de lucha contra el TLC

De Kote y Tuma

Después de una presión insistente desarrollada en los últimos meses por José Miguel Corrales, algunos parlamentarios, ciertas direcciones sindicales; y los intelectuales del Frente Nacional de Apoyo a la Lucha Contra el TLC (FNA); por fin los magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) han aprobado una resolución que faculta la convocatoria para un referéndum vinculante sobre el acuerdo comercial. Ante semejante pronunciamiento del tribunal, el gobierno, la derecha y la ultraderecha que lo respaldan; han contestado inmediatamente que “es una bendición” la oportunidad que se ha abierto para la consolidación de la democracia costarricense, y para que el pueblo decida directamente la suerte del tratado comercial.

De la sensación de victoria por el Referéndum a los primeros síntomas de fragmentación.

Por un breve período los defensores del Referéndum del campo de los “opositores” al tratado con Estados Unidos, llegaron a pensar que tal decisión del órgano electoral constituía un gran logro y una contundente victoria; para apenas pocas horas después pasar a la confusión y a los primeros síntomas de división; cuando el mismo gobierno tomó la delantera para convocar él mismo, sin esperar a los nueve meses, y a la recolección de las 150 mil firmas necesarias para implementar el Referéndum. Ottón Solís por ejemplo aplaudió la decisión del Poder Ejecutivo de convocar a la consulta popular directamente, cuando dijo que era preferible “evitar un gasto grande de recursos y tiempo por medio de la convocatoria a la consulta por el propio Presidente”
[1]. En cambio, de manera infantil; José Miguel Corrales, que había sido el principal proponente hace una buena cantidad de meses, acusó al gobierno de “oportunista”, ya que según él es importante cuestionarse “¿por qué si los hermanos Arias se negaron a convocar a Referéndum hace 9 meses, lo hacen hasta ahora que el tribunal lo aprueba?”; demostrando no sólo una gran charlatanería, sino una profunda indecisión.

Con una rapidez soñada, quedó al desnudo lo catastrófico de la alternativa del Referéndum.

Todos aquellos que pasaron soñando en una nube, ilusionados y extasiados con la idea del Referéndum; han sido ridiculizados y puestos al nivel de simples descerebrados, de incapacitados cerebrales. ¿No les dirá algo que sea el propio gobierno el que se incline a convocar al Referéndum, en el transcurso de unas pocas semanas y a través de un Decreto?, ¿seguirán cayendo en la trampa ciertos sectores que confían en que el gobierno asumió la convocatoria por buena voluntad? ¿Serán los intelectuales, los parlamentarios como Merino del Río y los burgueses como Ottón Solís, tan miopes políticamente como para no ver que detrás de la estrategia del Referéndum se encuentran la derecha y la ultraderecha del país; aquella misma que llamó en el 2005 en la voz del Movimiento Costa Rica Libre a defender la institucionalidad democrática?

Desde la LRS creemos que sí son ciegos políticos en el mejor de los casos, que siguen confiando en la buena voluntad y los sentimientos de la burguesía y sus instituciones; y creemos además que el Referéndum vinculante llevará a un callejón sin salida al movimiento de masas contra el TLC, a los trabajadores y al conjunto del pueblo pobre. La teoría reformista apoyada en la idea de la “democracia participativa”, la cual ha sido central en el planteamiento del Referéndum; es políticamente criminal y traidora, ya que se dirige a eliminar las movilizaciones y la organización directa de las masas; sustituyéndolas por el terreno muerto y resbaloso de las urnas, los escrutinios y las campañas millonarias de la burguesía para intoxicar a las amplias masas explotadas y más atrasadas políticamente.

En 6 razones: ¿por qué nos oponemos al Referéndum vinculante para la aprobación o no del TLC?

En pocas líneas haremos un resumen telegráfico de las razones que nos impulsan a oponernos al Referéndum, las cuales serán ampliadas de manera permanente a lo largo de esta coyuntura:

1) Los patrones del sector privado obligarán a votar a sus trabajadores a favor del tratado, con la amenaza de que perderán sus empleos como asalariados si este no se aprueba. Poco importa si el trabajador es observado o no por su patrón en la “privacidad” de las urnas; el golpe es psicológico: “si gana el NO te quedas sin trabajo y sin comida.”

2) El 5 de febrero de 2006 ya le dio una contundente derrota a todos aquellos que todavía creen en la transparencia y la neutralidad del terreno electoral, cuando Óscar Arias fue electo como Presidente de Costa Rica; el Referéndum sólo abrirá la posibilidad de una nueva derrota, ya que el TSE, así como la Sala Constitucional que aprobó la reelección; son controlados directamente por el PLN.

3) La fuerza contra el TLC se apoya en los sectores más concientes y movilizados, y la patronal se apoyaría en un gran sector más atrasado y distanciado de las grandes movilizaciones.

4) El Referéndum podría enfriar las movilizaciones contra el tratado comercial, ya que con el fin de propagandizar el NO al TLC; de manera desesperada las distintas organizaciones retornarían a la dinámica académica y estéril de los “foros informativos”, lo que enfriaría la lucha directa y amenazaría con colapsar al conjunto del movimiento anti TLC.

5) Si el resultado favorable al TLC gana (lo que es matemático por la superioridad de fuerzas del gobierno en su terreno), caerá como un baldazo de agua helada; que dificultaría al extremo las condiciones para la lucha. Ya que aquellos que pidieron el Referéndum, se verían forzados a obedecer “cualquier decisión del TSE[2]” tal como dijo Oscar Arias. Esa derrota sería una camisa de fuerza para lograr volver a movilizar a las amplias masas.

6) Por otra parte el Referéndum es tramposo, y un distractor bastante potente; ya que mientras toda la atención y las energías son puestas en la campaña por el resultado a favor o en contra de la consulta; seguiría avanzando con firmeza la Agenda Complementaria, y con esta la privatización y la destrucción de las principales empresas públicas como el ICE, AyA y el INS entre otras.

Aunque tenemos una firme posición en contra del Referéndum, por supuesto es como un posicionamiento táctico, y en defensa de una estrategia de combate directo. Si no hubiera forma de evitar el referéndum, y este fuera convocado por el Poder Ejecutivo; o por las 150 mil firmas; obviamente iremos con todo para que gane el NO AL TLC, acompañando a todos aquellos sectores que se van a ilusionar con la posibilidad de decidir por ellos mismos y de manera directa la suerte del tratado; por supuesto explicándole a la vez a las masas que por la vía electoral llevamos todas las de peder, y que de sus ilusiones se burlarán los Arias Sánchez y los empresarios con sus maniobras corruptas. Estos esfuerzos los desplegaremos en el sentido de perfilar la Huelga General Indefinida como única alternativa realista para derrotar el TLC.


¡Ni una sola firma para la realización del referéndum vinculante!
¡Huelga General indefinida y movimiento nacional de lucha unificado contra el TLC!¡Por la articulación de todas las demandas alrededor del TLC!

[1] Televisora de Costa Rica. Canal 7. Telenoticias Edición Estelar. 13/4/2007.
[2] Cadena Nacional de Televisión. 13/4/2007.
En Clave Revolucionaria (LRS) N°1, abril de 2007.

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