sábado, 29 de noviembre de 2008

SOLIDARIDAD DESDE COSTA RICA CON LOS COMPAÑEROS ASESINADOS: investigación y castigo para los autores intelectuales y materiales de este crimen

Los trabajadores y estudiantes revolucionarios que integramos la Liga de la Revolución Socialista de Costa Rica, repudiamos con todas nuestras fuerzas el sucio asesinato de los compañeros Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena; que militaban en la Unidad Socialista de Izquierda (USI) y que se destacaron como dirigentes de la UNT de Venezuela y que en las últimas semanas habían participado solidariamente en la lucha que venían librando los trabajadores de la empresa Alpina en el Estado de Aragua.
Nos solidarizamos con los obreros de Alpina y con las organizaciones de los compañeros asesinados, y llamamos igualmente a las organizaciones obreras, socialistas, populares, estudiantiles y de Derechos Humanos en Costa Rica y Centroamérica, a desplegar una gran campaña internacional por la investigación profunda de estos hechos, y darle un duro castigo a los autores tanto materiales como intelectuales de este doloroso asesinato, perpetrado contra honestos compañeros revolucionarios que creyeron y defendieron la causa del socialismo.
El "Comandante en Jefe" de Venezuela, su Jefe de Estado Hugo Chávez Frías, ni siquiera se ha pronunciado oficialmente para referirse a estos sucios asesinatos, que suceden apenas meses después de la feroz represión estatal sobre los trabajadores de Sanitarios Maracay, que habían venido librando una emblemática lucha que incluyó hasta el control obrero de su planta. Definitivamente este es el precio (la sangre de nuestros compañeros Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena) que tenemos que pagar los trabajadores allá en Venezuela por los constantes pactos de Chávez con los empresarios.
Llamamos a todos las organizaciones obreras de Costa Rica, Centroamérica y el mundo a repudiar estos hechos tan lamentables. Liga de la Revolución Socialista de Costa Rica.
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En la foto: la Guardia Nacional de Hugo Chávez reprime salvajemente a uno de los obreros de la fábrica Sanitarios Maracay.